Período de formación y búsqueda en la que Patricio Aylwin mantiene una intensa actividad como alumno, ayudante de cátedra y dirigente. Son años caracterizados por su compromiso con los temas académicos, por la reflexión intelectual y por ir desarrollando una posición crítica frente al orden existente que lo lleva a buscar con insistencia un referente político a través del cual proyectar sus ideales.

Tras rendir su bachillerato, en marzo de 1936 Aylwin ingresó a estudiar a la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, de donde egresó el 10 de enero de 1941.

Durante sus años como estudiante en la Casa de Bello, además de ser un alumno destacado, participó en distintas instancias universitarias, poniendo de manifiesto su inquietud por los problemas que afectaban a la universidad y la falta de vocación de los estudiantes.

En 1940 Aylwin fue nombrado ayudante de la cátedra de Derecho Civil, dando inicio a una carrera académica que se prolongó por varias décadas y que ejerció en la Universidad de Chile, en el Instituto Nacional y en la Pontificia Universidad Católica de Chile.

También en esta etapa nació el joven comprometido con la sociedad. En 1937 Aylwin ingresó al Centro Cultural Ariel de San Bernardo, institución que además de fomentar el cultivo intelectual de sus miembros, impartía clases en la cárcel pública. En 1938 fue parte del Comité organizador del Centro de Estudios Sociales, que prestaba apoyo a los habitantes de San Bernardo.

Durante estos años comienza a formarse el pensamiento de Aylwin. Los artículos y ensayos que escribe revelan a un joven que, enfrentado a los cambios que el mundo está viviendo, en que se está produciendo la rebelión de las masas y rompiéndose el equilibrio social existente, se pregunta ¿qué hacer?, ¿cómo enfrentar estas circunstancias?, ¿qué están haciendo los católicos? "Si queremos ser hombres de verdad tenemos que optar por la justicia y tender efectivamente a conseguirla" escribe en uno de sus ensayos.